lunes, 26 de febrero de 2007

Lamote vs. Shakespeare

Si a cualquier persona le preguntas acerca de Shakespeare, claras excepciones aparte (una reciente encuesta realizada por el gobierno italiano sobre Boccaccio demuestra que una amplia parte de la población del país transalpino afirma que "El Decamerón" no es sino el nombre de un trolebús (sic), por no mencionar otras respuestas, a cuál más "dantesca"), lo más lógico es que, al menos, te sepan reconocer el nombre del más grande escritor en lengua inglesa, según la crítica, por supuesto; otros llegarán incluso a citarte alguna de sus obras más famosas, te lo situarán en la gran época del teatro isabelino, de sus rivalidades con Marlowe etc, etc...
Si preguntas, en cambio, por un autor de literatura juvenil, llamado Paco Martín, lo más probable es que pongan cara de póker, y respondan que el frutero de la esquina de su barrio también se llama así. ¡El nombre influye!. ¡De que sí no siempre ha existido el seudónimo como camuflaje de los nombre vulgares! Paco Martín, de nuevas, no sugiere nada, Shakespeare, en literatura, lo es todo.
No obstante, este escritor gallego semidesconocido, ganador del Premio Nacional de Literatura Juvenil en 1986, me hizo reir, y por tanto, disfrutar, muchísimo más que toda la ristra de obras del gigante inglés que me he visto "obligado" a leer.
No quiero entrar en la profundidad del pensamiento que cada autor plasma en sus obras, ni en la forma, sino recomendar libros para pasarlo bien, sin excesivas pretensiones metafísicas o espirituales. No dudo que, probablemente, tipos como Harold Bloom, el gran gurú del "canon occidental" para la literatura imprescindible, me tachasen de incoherente, osado y calculadamente inculto, acusándome de no tener ni puñetera idea de literatura. Bien sí es así, lo reconozco, no tengo ni puñetera idea. Aquí defiendo los libros como vehículo de ocio sin necesidad de que sean necesariamente manuales de la conducta humana. Y muchos de los que recomiende, probablemente sirvan para ello...
Así que, si queréis pasar un buen rato, que se os ponga una sonrisa aliñada con alguna carcajada, no dejéis de leer "Cosas de Ramón Lamote", la divertidísima novelilla con un protagonista atípico, nacida del ingenio de un autor "menor".

2 comentarios:

d.b dijo...

¿Nos podrías poner un cachito de la novela? Para engancharnos definitivamente, que Shakespeare es mucha competencia!

Hannibal Lecter dijo...

Mucha competencia, pero es verdad eso de que muchas veces los mejores autores son los "menores". Suerte en este blog, es una gran idea